PÉRDIDA
Conecta con la esencia del alma de tu bebé perdido o abortado, sana el trauma emocional causado por la pérdida, el aborto inducido o la muerte fetal.
A QUIÉN VA DIRIGIDO
Perder un bebé es una gran fuente de dolor para madres que a menudo no hablan al respecto. Luego de perder al bebé, usualmente una mujer se queda con la culpa y la tristeza sin resolver. Incluso si la perdida pasó hace veinte años, la realidad emocional puede sentirse muy reciente.
Para la mayoría de las mujeres, el dolor que sienten es el de una oportunidad perdida. Algunas sienten como si no merecieran amor o bienestar. Muchas nunca se dan tiempo para hacer el duelo y cargan esa pena por el resto de sus vidas. Sin embargo, nunca es tarde para sanar y transformarse.
EL VIAJE
Crearemos un espacio seguro y enriquecedor donde finalmente puedas hacer el duelo por lo que has perdido. Durante la sesión, te apoyaré cariñosamente y te alentaré para que sientas y expreses tus emociones. Al aceptar la realidad e intensidad de estos sentimientos finalmente serás capaz de sanar y seguir adelante.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?
Cuando se experimenta un aborto inducido, una pérdida o una muerte fetal, cada quien tiene sus mecanismos de afrontamiento para ayudar a calmar el dolor. Como pareja, apoyarse mutuamente puede ser difícil cuando ambos están lidiando con sus propias penas. Es un peso muy grande para cargar solos.
Muchas mujeres no están listas para soportar todas las emociones que vienen con la pérdida de un bebé. Mi meta es ayudarte a recibir el mensaje de amor incondicional de tu hijo/a, de forma que puedas enfrentarlo y perdonarte.
“Estoy muy agradecida. Cuánto amor. Pude reconectar con dos bebés que perdí 33 años atrás. [Rose] me ayudó a encontrarlo, a hablarle, a conectarme con él, a darle un lugar en mi vida y en mi familia y a descubrir que está más vivo que nunca. Supe que ella era la única que podía ayudarme a sanar esa relación con mi bebé. La sentí desde el primer día que la conocí. Sentí que estaba en mi vida por una razón, una gran razón. Gracias, Rose, muchas gracias. Eres asombrosa y estoy muy agradecida de que estás aquí, eres un regalo.”
– Sophie Hardy