SAGRADA CONCEPCIÓN
Nuestros hijos son nuestro futuro, y la calidad de ese futuro depende de las decisiones que tomemos ahora.
Presencia, Intencionalidad y Acogida
Establecemos una intención clara: que la madre, el padre y el alma del niño por nacer se mantengan dentro del espacio sagrado de una Realidad compartida, una Conciencia compartida de la que todos formamos parte eternamente. Con esta intención situada claramente en el corazón de la Presencia, nos rendimos al misterioso despliegue que hemos iniciado. Acogemos la totalidad de la experiencia, momento a momento, respiración a respiración. De este modo, la creación de un nuevo ser humano se convierte en un acto sagrado.
“Así como los futuros eclipses de Sol y de Luna están indicados en las relaciones actuales de esos cuerpos, las futuras vidas terrestres están indicadas en lo que ahora vive en nosotros.”
– Rudolf Steiner
Cultivando un Terreno de Amor
Cuando ambos, madre y padre, han experimentado la unión de la Divinidad femenina y la Divinidad masculina en su interior, su unión física se santifica: una expresión de verdadera libertad y celebración. Y esto prepara el terreno para el desarrollo saludable de cualquier niño nacido de esa unión.
Sesiones del Viaje Sagrado a la Concepción
Las sesiones se recomiendan tanto a las madres como a los padres, y también pueden incluir:
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La limpieza del útero y de la región pélvica de cualquier antiguo trauma o patrón dañino, para que el útero se convierta en un espacio verdaderamente acogedor.
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La limpieza de dinámicas innecesarias de personalidades de vidas pasadas
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La purificación de la energía sexual (tanto para los padres como para las madres)
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La apertura y sintonización de tu cuerpo con la vibración del alma del bebé y su intención/propósito para la nueva encarnación
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Ideas sobre la forma más adecuada de apoyar el alma de tu bebé en su viaje hacia la concepción, así como durante todo el embarazo y el proceso de parto
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Apoyo para que la madre, el padre y el recién nacido se honren mutuamente como emanaciones de la Sabiduría eterna.
Concebir un niño, albergar un alma, convertirse en madre/padre es un hermoso acto de devoción. Me sentiría honrada de apoyarte.