Mujeres, Madres y Poder Femenino
MAYO 2021
Cada mujer y cada madre expresa la feminidad y maternidad de una manera totalmente única. Como flores silvestres creciendo en la pradera de una montaña, no hay dos idénticas.
Sin embargo, hay puntos en común y experiencias compartidas entre mujeres y madres. Particularmente, hay maneras poderosas de incorporar y compartir las bendiciones de la alimentación, amor, belleza y compasión.
Incluso cuando entendemos de forma clara que quiénes somos a profundidad —la esencia espiritual en el núcleo de nuestro ser— no es hombre ni mujer, aún así las experiencias que nacen del cuerpo y mente de una mujer ofrecen perspectivas únicas e información valiosa y única.
La experiencia física y psicológica de embarazarse y dar luz a un niño y/o ser el principal responsable del cuidado de un niño son experiencias de intimidad pura y profunda alimentación. El sacrificio en términos de la incomodidad física y el desafío emocional, junto con la dulzura y placer de la maternidad, sacan a relucir y refuerzan un conjunto de habilidades únicas y una particular forma de sabiduría.
Estas habilidades y sabiduría pueden beneficiar no solo a nuestros hijos y familia inmediata, también beneficiará a nuestras comunidades y en definitiva a toda nuestra familia global.
EL SIMBOLISMO SAGRADO DEL ÚTERO
Dar a luz y la maternidad no son solo experiencias tangibles, sino potentes símbolos de receptividad fértil y potencia creativa. El útero, en particular, conlleva un significado simbólico en diferentes tradiciones espirituales.
En las tradiciones hinduistas, el Yoni (sánscrito para “útero” o “vagina”, así como “hogar” o “fuente”) es un símbolo de la diosa Shakti, quien representa el poder creativo femenino. En este contexto, el yoni/útero es la fuente simbólica del fenómeno de cada “cosa” en el universo. La danza de Shakti con su acompañante, Shiva, representa el ciclo eterno de creación y disolución, de la aparición y desaparición y de la vida y muerte.
En el budismo, nuestra naturaleza búdica (es decir, nuestra verdadera identidad y potencia para el despertar espiritual) es denominado Tathāgatagarbha: el útero (garbha) del Buda o los realizados (Tathāgatas). Este simbolismo carga el conocimiento que nuestra naturaleza búdica (nuestra perfección inherente) es el útero de nuestra realización espiritual. En este sentido, ¡nos damos luz a nosotros mismos!
Así, en ambos contextos, hinduista y budista, el útero es el símbolo del gran poder, el cual unifica la sabiduría y la compasión perfectamente, lo que suscita el milagro del proceso de dar luz.
La exploración de las representaciones simbólicas de la concepción y el nacimiento destaca el hecho de que la energía creativa no es exclusiva de la mujer. Tanto el hombre como la mujer pueden, por instancia, dar luz a un poema, una sinfonía, un teorema matemático o un jardín de flores, todos ellos son expresiones de la energía femenina y la creatividad.
LA MATERNIDAD COMO UNA PRÁCTICA DEL YOGA
Aunque la palabra “yoga” puede evocar imágenes de usar una camisa y un par de leggins para luego bajar al estudio de yoga del vecindario y disfrutar de una clase de yoga asana, el yoga, al menos parcialmente, puede ir más allá de esto. Cualquier actividad en la que se participe con atención plena puede ser considerada como una práctica del yoga.
Y, como ya deberías saber, la maternidad ofrece un campo fértil para la consciencia plena. Ofrece abundantes oportunidades para cultivar la amabilidad, compasión, paciencia y la ferocidad protectora (una leona protegiendo a sus cachorros). Del mismo modo que el yoga fomenta la flexibilidad y fuerza física, ser madre fomenta la fuerza emocional y la flexibilidad
La maternidad también provee un espacio fértil para contemplar la danza entre nosotros y el prójimo, entre la dependencia y la independencia. Es la oportunidad perfecta para darse cuenta de que estamos separados de nuestros hijos y a la vez no lo estamos. ¡Este es el aspecto profundo de practicar yoga!
Y, finalmente, ser madre ofrece una oportunidad de reavivar nuestra inocencia infantil, nuestro entusiasmo y sensación de asombro para ver, otra vez, con los ojos de un niño. A medida que alimentamos y protegemos a nuestros hijos, ellos pueden recordarnos la belleza y frescura del momento; la satisfacción de ralentizarnos lo suficiente para darnos cuenta de una mariquita, de disfrutar la esencia del florecimiento de la primavera, de deleitarse con el juego y arriesgarse a la oportunidad de aprender y crecer perpetuamente.
ROSEMARY MERAN
Soy una hipnoterapeuta interpersonal que facilita sesiones de Conexiones del alma para ayudarte a conectar con la Divinidad inherente, la esencia del alma de tu bebé y la sabiduría de tu ser superior. A través de una combinación de modalidades cuidadosamente concebidas (incluyendo terapia de hipnosis interpersonal y transpersonal más terapia de integración de alma), las sesiones de Conexiones del Alma te ofrecen la oportunidad de sincronizarte con tu sabiduría superior, la cual se convertirá en tu guía definitiva (¡y tu mejor amiga!) en el viaje a convertirte en una madre más atenta desde adentro, presente y espiritualmente despierta.
¡PERMÍTEME NUTRIRTE EL ALMA!
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