MEDITACIÓN
En lo más profundo de sí, la meditación es quienes somos, nuestra naturaleza esencial como Conciencia Pura: una Presencia silenciosa, amorosa y acogedora.
Cuando permanecemos conscientemente como Presencia, estamos en verdadera meditación; nuestra mente y cuerpo humano se convierten de forma natural en un portal a la más profunda clase de belleza, amor y sabiduría.
Así que, en esencia, la meditación no requiere ninguna técnica específica. Sin embargo, las técnicas nos apoyan en el acceso y la estabilización de la visión, el amor y la comprensión que ya están presentes en el núcleo de nuestro Ser.
Una de estas técnicas es seguir el movimiento de la respiración: el ciclo de inhalaciones y exhalaciones. Al ser conscientes de la respiración es posible, con el tiempo, facilitar la experiencia de la energía sutil (también conocida como Prana o Chi), la cual es una entrada a la verdadera meditación.
Prestar atención al movimiento de la respiración también nos pone en contacto con la naturaleza verdaderamente milagrosa de esta actividad cotidiana. Vemos que la respiración es un intercambio constante entre el interior de nuestro cuerpo y el entorno que nos rodea. Es una prueba de primera mano de que el cuerpo no es una entidad aislada. Los árboles, por ejemplo, “inhalan” el dióxido de carbono que los humanos exhalan; mientras que los humanos inhalan el oxígeno que los árboles “exhalan”. ¡Qué increíble!
Otras técnicas que te pueden resultar útiles durante tu proceso de embarazo y parto (y tus años de maternidad) incluyen atención plena (mindfulness) a los pensamientos, las sensaciones, los sentimientos y las percepciones. Cultivar la atención plena te permite mantenerte libre, perspicaz y amoroso incluso en las circunstancias más desafiantes. En vez de estar perdida en pensamientos o abrumada por las sensaciones, le das a estos fenómenos mucho espacio para bailar y jugar. En lugar de desencadenar una reactividad emocional, eres capaz de responder apropiadamente, con la cabeza en alto y el corazón abierto. De esta manera, estás en completa intimidad con la experiencia, mientras estás en contacto con tu libertad interior.
Mientras te familiarizas cada vez más y más con la meditación, también te vuelves experta en mantener tu atención (la luz de la Conciencia), lejos de los fenómenos del mundo y hacia la conciencia misma. Reposar como Conciencia (también conocida como Conciencia Universal) es conectar con tu Divinidad inherente (una dimensión del Ser completa; que no puede ser degradada ni mejorada; que no necesita ser mejorada. Es tu verdadero Ser).
