Fue la decisión más difícil de tu vida

Y la cicatriz emocional aún no ha sanado.

Ver a una mujer embarazada o ver a un bebe te llena de culpa, tristeza y remordimiento.

Tu mente imagina un millón de escenarios para racionalizar la decisión, pero a altas horas de la noche, todavía hay una vocecita que susurra: «¿Y si…?».

Innumerables madres antes que tú pudieron dar a luz: ‘’no debí hacerlo’’, piensas. Te parece imposible perdonarte a ti misma.

El médico finalmente extinguió tu última esperanza para este embarazo.

La noticia fue como una patada en el estómago.

Nada tenía sentido. ¿Por qué el universo permitió que esto sucediera?

Después de semanas de pruebas y de aferrarse a la esperanza, finalmente tuviste que aceptar que perderías a tu bebé.

El dolor es muy profundo. Te preocupa si alguna vez te recuperarás.

Descubre el amor incondicional y el perdón.

El dolor que sentiste es de una oportunidad perdida, pero aún mereces amor, esperanza y bienestar.

Nunca es demasiado tarde para sanar y transformarse, tanto si la pérdida ocurrió la semana pasada como si fue hace treinta años.

Libera la energía emocional del trauma y devuelve la armonía a tu cuerpo y a tu mente.

A pesar de que tu dolor no pudo seguir su curso completo, estoy aquí para ayudarte a superarlo, para que puedas experimentar la verdadera curación y el retorno de la esperanza.

Descubre el amor incondicional y el perdón.

Estoy aquí para ayudarte a conectar con la esencia del alma de tu bebé perdido.

Recibirás el mensaje de amor incondicional de tu hijo, permitiéndote vivir el duelo plenamente y sentir finalmente el perdón.

En un espacio seguro, te apoyaré y animaré con cariño a sentir y expresar tus emociones.
Al abrazar la profundidad de tus sentimientos, podrás sanar y avanzar. Además, podrás limpiar cualquier residuo kármico entre el bebé y tú.

Vuelve a conectar con tu pareja y cura el dolor individual que los ha aislado el uno del otro.

Dale a tu cuerpo y a tu espíritu la curación que se merece.

Parte de nuestra sesión se dedicará a limpiar tu vientre. Haz que tu vientre sea un espacio seguro y propicio para un futuro embarazo en caso de que desees esa opción.

Al honrar la interacción -por breve que sea- con tu hijo perdido, despejarás el camino para dar la bienvenida a otro hijo en tu vida futura de forma plena.

No dejes que la pesada energía de tu pérdida lastre tu futuro.

Libera el dolor y recibe los regalos de tu conexión con esa alma visitante. Te espera un futuro completo y feliz.